El aislamiento en el mayor a causa del Covid-19 tiene un evidente impacto negativo sobre las esferas emocional, cognitiva biológica, social y en lo funcional, con claro efecto dominó. El abordaje de los problemas derivados del aislamiento social debe conjugar la intervención ambiental, realizando actividad física y mental diariamente en la medida que sea posible, asociando la farmacológica en caso de ser necesaria.
Establecer rutinas es fundamental, hay que mantener cierto orden y regularidad en las actividades del día a día con tareas que faciliten una estimulación continua, coordinando el cuidado y la higiene personal, alimentación, ocio y actividad domiciliaria.
Artículo del Dr. René de Lamar, Doctor especialista en Geriatría y Gerontología, para Canarias 7 Salud.