Envejecer no es sinónimo de enfermar, el requisito esencial es no suponer que un problema determinado se debe solo a la edad y buscar una explicación que conduzca a la solución del mismo o al menos a la mejoría clínica.

La edad por sí sola no es la clave a día de hoy, lo importante es la cognición, la función y la ilusión de continuar disfrutando lo que tenemos y de lo que disponemos para estar en armonía con el entorno. El diagnóstico y tratamiento precoz de las enfermedades que van surgiendo a lo largo de la vida es también de gran importancia para envejecer con éxito.
Establecer planes de tratamiento y de cuidados en la medida de las condiciones de cada paciente, monitorizando los cambios, permite ofrecer la ubicación más adecuada, incluyendo niveles asistenciales y sociales.
Artículo del Dr. René de Lamar, especialista en Geriatría y Gerontología.