La edad no debe privar bajo ningún concepto al paciente mayor de recibir un tratamiento adecuado con posibilidades de mejorar su salud y calidad de vida. Hay que tener en cuenta que la pérdida de neuronas en importantes áreas del cerebro al envejecer incrementa los posibles efectos sedativos y psicomotores de los psicofármacos que son uno de los grupos de medicamentos más utilizados por los mayores.
Por otro lado, los mayores suelen tener mayor susceptibilidad a los efectos del fármaco y requerir dosis menores que la población adulta. El inicio de la terapéutica en el paciente mayor debe ser con dosis más bajas de la habituales e incrementar lentamente hasta llegar a la dosis adecuada.
Artículo del Dr. René de Lamar, especialista en Geriatría y Gerontología, y asesor médico de CANARIAS 7. Diagnóstico Integral Médico, c/ Diderot, 19 bajo. Tfno: 928 220 474.